31 diciembre 2017

Crespúsculo y 50 sombras de Grey. Iguales pero diferentes.

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Estoy convencida, de que muchos sabéis, que la historia de 50 sombras de Grey comenzó siendo un fanfic de Crespúsculo, sin embargo, para algunos, esta noticia será una sorpresa.

Existen muchos paralelismos en la trama de estas dos historias, sobre todo en el primer libro de cada saga. Veámoslos:

Los personajes de Edward y Christian son personajes que se odian a sí mismos. El primero se considera un monstruo chupasangre, sin el más mínimo de resquicio de salvación de su alma; y el otro un sádico, capaz de enamorarse. Ambos creen que no merece ser amados, debido a sus pecados. Los padres biológicos de ambos murieron hace muchos años y actualmente viven con sus familias de acogida.

Los personajes femeninos, también, tienes sus similitudes. Tanto Bella como Ana, son personajes que a priori pueden parecer débiles y frágiles, pero nada más lejos de la realidad, en el fondo son personajes con grandes convicciones y que son capaces de luchar contra viento y marea, imponiendo su carácter frente a la imposición de sus parejas. Sus nombres además tienen algo en común, a ninguna de las dos, les gusta su nombre completo. Isabella y Anastasia recalcan que prefieren Bella y Ana, respectivamente. Los padres de las chicas están divorciados y ellas no se habían iniciado en las relaciones de pareja hasta conocerlos.

El comienzo de ambas historias es similar, los personajes protagonista se conocen y existe una química desde el primer instante, pero al poco de comenzar los personajes masculinos las rechazan y las alejan de sí mismo, por miedo a hacerles daño y no ser capaces de hacerlas felices. Pero su amor por ellas, le impulsa a acercarse a ellas de nuevo, para protegerlas.

Lo que más me sorprende es la evolución en la trama de los personajes. Los personajes masculinos pasan de ocupar un papel de superioridad cada uno es su historia, a tener un punto de debilidad que son ella. Al contrario, los personajes femeninos que al principio parecen frágiles y vulnerables, alcanzar un papel de fortaleza capaz de sostener una relación que a priori, parece imposible.


La gran diferencia entre las dos historias,  su autora. Stephanie Meyer es americana y mormona, entiende la relación de pareja desde el celibato, manteniendo las relaciones íntimas a la mínima expresión, al contrario que E. L. James siendo una escritora europea más liberal. James cansada de la fama blandengue de Crepúsculo decide darle una vuelta a la historia creando la historia llamada Amo del Universo. A la que un tiempo después, cambio los nombres de los personajes, para convertirlos en una novela inédita.

30 diciembre 2017

Las Vacaciones.

Que largas son las vacaciones
cuando tú no estás cerca de mí,
cuando voy por la calle
dibujo tu cara, tus ojos y tu pelo
detrás de cada una de las esquinas
que me cruzó en el camino,
y cada vez que pasa y no estás
te imagino en la siguiente
hasta que por fin
el recuerdo de tu ausencia
me hace volver y pensar
donde estarás en cada minuto del día.

No consigo hacer nada sin que
un recuerdo tuyo se apodere de mi alma
y mi corazón se pierda
intentando buscar el tuyo
en el infinito y más allá.

Cuando por fin las vacaciones
llegan a su fin y vuelvo a verte
las ilusiones me devuelve la alegría
que las vacaciones me quitaron.

29 diciembre 2017

Destinados a encontrarse - 13. Mayor Jasper Whilock Hale (POV: Jasper)

Este capítulo pertenece a la novela corta "Destinados a encontrarse", que es un fanfic de Crepúsculo, aunque no es necesario haberlo leído para entender la historia. En el se encuentra la historia de Alice y Jasper. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.



Antes de salir en búsqueda de nuestra nueva familia estuvimos unos días en mi apartamento para organizar nuestro viaje. Si hubiera sabido que Alice había permanecido allí, estos meses, no me habría demorado tanto en estrenarlo. Mientras Alice acababa de preparar una mochila, yo estaba sentado en el sofá organizando los papeles e identificaciones falsas que habíamos comprado. En todos mis años siendo vampiro había aprendido cientos de trucos y tenía muchos contactos que me facilitaban la tarea de pasar desapercibido entre los humanos.

Cuando terminó se sentó a mi lado, parecía tan frágil que inspirada en mí un instinto de protección. Pero a pesar de su aspecto ella era fuerte, tenía una fortaleza que yo últimamente había perdido. Me había perdido a mi mismo desde que dejé a María, quizá incluso antes. La única decisión importante que había tomado en mi vida era unirme a la caballería.

Dejé que se acurrucará en mi regazo, le pasé el brazo por encima de su pequeño cuerpo y la acerqué hacía mí. Ella se giró y me miró a los ojos, nunca antes nadie había conseguido intimidarme de la manera que ella lo hacía. Siempre sabía cómo me sentía y hasta llegué a creer que sabía lo que pensaba. Podría pasarme horas besándola y abrazándola, pero de repente saltó con una de sus preguntas.

—¿Cómo te convertiste en vampiro? — me quedé sorprendido y ella también lo parecía.
—Fui el comandante más joven de la caballería de Texas. —Era la primera vez que lo contaba, en casi dos siglos.
—¿Ocurrió durante la guerra civil?
—Si, era muy joven tenía 17 años. No tenía edad suficiente para ir a la guerra por lo que alegué tener 20, para poder unirme al ejército confederado. Ascendí de rango muy rápido hasta convertirme en el mayor, él más joven del ejército sureño —hice una pausa, esperaba que me interrumpiera con alguna de sus inquisitivas preguntas, pero esta vez no lo hizo, estaba expectante por el resto de la historia. Así que proseguí. —Casi ni habían visto una batalla real. Hasta que me crucé con una hermosa inmortal, llamada María, estaba de vuelta de evacuar una columna de mujeres y niños de Galveston Texas. Y las vi, inmediatamente les ofrecí mi ayuda, era un grupo de tres mujeres María, Netty y Lucy.

Sentí como su pequeño cuerpo se estremecía en mis brazos, pero ¿qué le está pasando? Podía sentir que estaba ansiosa, inquieta. Intenté con todas mis fuerzas tranquilizarla pero no podía llegar a ella. Durante un minuto permaneció con los ojos cerrados. Tras el cual los volvió a abrir y en sus ojos había tristeza.

—¿Qué ha pasado? —le pregunté intrigado.
—He conocido a María.
—¿A María?
—He tenido una visión. Pensaba que sólo podía ver el futuro —me contó.

—Tu don se está desarrollando. El mío al principio sólo podía transmitirlo si tocaba a una persona. Con el tiempo conseguí hacerlo desde la distancia. ¿Cómo es tu don? ¿Cómo se desencadenan?
—Es como en un sueño, me veo metida en la historia, como si estuviera allí. Se desencadenan cuando alguien toma una decisión. Ha sido raro nunca antes, había tenido una visión del pasado.
—¿Qué has visto?
— Vi como María se acercaba hasta ti mientras comentaba con sus compañeras:
—Encantador y es un oficial.
—Será mejor que tú lo hagas María yo una vez que empiezo no puedo detenerme —le decía Lucy.
—¿Cuál es su nombre soldado?
—Mayor Jasper Whilock, señorita —le respondiste extremadamente educado.
—Espero que sobrevivas, serías de gran ayuda para mí.
—Así fue. —Se quedó pensativa durante un rato examinando con cuidado sus palabras. Supongo que la visión habría sido provocada porque había implicada una toma de decisiones.
—Sigue con la historia, por favor —me dijo con una sonrisa curiosa.
—María estaba creando un ejército era muy comunes en el sur. Se disputaban los territorios y María los quería todos. Ella era inteligente, prudente y me tenía mí. Fui su segundo al mando durante bastante tiempo. Mi habilidad para controlar emociones sirvió de mucho. Entrenaba neonatos, era una tarea sin fin, ya que no los dejaba vivir más de un año. También era mi trabajo deshacerme de ellos. Podía sentir todo lo que ellos sentían —Recordar esa época me traía recuerdos que me desgarraban por dentro —Creía que lo que María y yo teníamos era amor, pero en realidad yo era su marioneta. Ella maneja mis hilos y durante casi un siglo, solo conocí esa manera de vivir. Hasta que me hice colega de uno los neófitos, se llamaba Peter, sabía que era un error, que no viviría mucho. En cuanto que María se enteró de nuestra relación me obligó a matarle. En ese momento me di cuenta de que sólo me utilizaba. Decidí alejarme de ella y comencé a vagar por mi cuenta —A Alice comenzaba a afectarle mi historia o igual era yo, mis poderes podía transmitir mis sentimientos si no los controlaba y en ese momento no lo hacía. Tenía que recomponerme y recordar que todo eso fue hace mucho y que mi nuevo futuro, era con ella. Comencé a sentir una enorme felicidad y el peso sobre mis hombros había desaparecido, a los pocos segundos estábamos los dos riéndonos a carcajadas.



CONTINUARA...

27 diciembre 2017

Solo si es contigo - 13. En la clandestinidad

Este capítulo pertenece a la novela corta "Solo si es contigo", es un bonita de historia de amor surgida entre bambalinas. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.



Me di la vuelta y me encontré con los ojos de Nick a mi lado. Me miraba como intentado averiguar qué íbamos a hacer ahora.
—Nick, no tenemos que hacerlo sino quieres —le dije —Puedo ponerme delante de ti y fingir que lo hacemos.

Nick bajo la cabeza sintiéndose avergonzado.
—¿Nick quieres hacerlo? Se sincero —Nick permaneció callado. —¡Ayúdame por favor!
—¿Y tu? —me dijo levantando la cabeza. Observando mi reacción.
—Yo lo haré si tú lo haces, pero no quiero que te sientas presionado.
—Bea, yo nunca... —dudó durante unos segundos si contármelo o no. —lo he hecho antes.
—Lo sé. Te sentirías mejor si te dijese que yo tampoco.
—¡Qué! ¡No! No tienes que hacerlo —me dijo mientras se alejaba de mi, todo lo que pudo, antes de tropezarse con la cama.
—Pero...
—La primera vez se recuerda toda la vida y yo no quiero robarte ese momento.
—También es tu primera vez.
—Eso es distinto... —de que estaba hablando. Era igual para los dos.
—Nick, —le dije mirando fijamente a los ojos. —en realidad tú eres el chico al que quiero recordar. —No podía creer que hubiera dicho eso. Tenía que matizarlo porque lo deje cortado. —Nick, tú eres mi mejor amigo. Confió en ti, más de lo que confiado en nadie nunca. Cuando me embarqué en esto, fue solo porque eras tú.

Se dio la vuelta y se acercó hasta la ventana y se quedó pensativo mirando hacía el vació.
—Hagámoslo —dijo al final. Me acerqué hasta él y me coloqué de espaldas a la ventana para poder mirarle a los ojos. Desvío la mirada hacía mí y me miró fijamente, era la primera vez que era capaz de mirarme durante tanto tiempo seguido esta tarde.
—¿Seguro?
—Si, todo el mundo cree que no seremos capaces. Así que hagámoslo.
—Vamos a poner un poco más de ambiente. Baja la persiana.

Mientras que el bajaba la persiana, fui a encender la vela, de esas que tienen olores. La había preparado cuando supe que iba a venir. Después, me senté en la cama y Nick se sentó a mi lado. Me di cuenta que antes de ser Romeo y Julieta teníamos que ser nosotros mismos. Sabía que Nick nunca se atrevería a dar el primer paso, para él era la hermana de su mejor amigo. Me respetaba demasiado como para hacerlo. Así que tome la iniciativa, me sentía capaz de hacerlo, pero necesitaba que él no me pusiera ninguna pega o no sería capaz.
—Nick, túmbate —le dije, por suerte, lo hizo sin poner pegas. Se echo hacía atrás y yo me tumbe bocabajo a su lado.
—Estás nervioso.
—Un poco. ¿y tú?
—También. Pues date por contento de que no eligieron hacer Titanic. Por la escenita del coche.

Nick empezó a reírse. Tenía una sonrisa preciosa. Nick parecía relajarse cada vez más y empezamos a hablar más entusiasmadamente. Nick parecía muy tranquilo, pero mi corazón latía muy deprisa. Por un instante se hizo el silencio, y supe que era el momento, me acerqué hacía él y le miré a los ojos. Nick se atrevió a poner su mano en mi cintura y un escalofrío me recorrió la espalda. Coloqué mi mano sobre su pecho, nos quedamos mirándonos como dos tontos un buen rato, hasta que me decidí a moverme de nuevo, subí mi mano hacia su cuello, y le acaricie la mejilla con el pulgar. Subió su mano libre hacia un mechón de mi pelo que estaba suelto y lo coló detrás de mi oreja. Instintivamente gire la cabeza para apoyarla en su mano y el no la quito en ningún momento. Nick respiró profundamente, expulsó en aire por la boca en un intento de relajarse e inmediatamente cerró los ojos.

Supe que había llegado el momento y estaba lista para hacerlo me acerqué hasta el despacio y cuando estaba lo suficientemente cerca cerré también los ojos. Nunca antes había besado a nadie, pero no hizo falta, mis labios y los suyos estaban predestinados a estar juntos y se movían en perfecta armonía. Nos dejamos llevar sin pensar en nada, durante unos segundos,sin pensar que lo único que había entre nosotros era solo amistad, durante unos segundos o quizá minutos. Nada importaba en ese momento, había deseado tantas veces que ocurriera que no pensaba que no fuera real. Había separado él unos escasos centímetros cuando Nick me giró hasta ponerme tumbada boca arriba y él se colocó a horcajadas encima de mi, se apoyó sobre ambos lado de mis brazos y volvió a besarme, esta vez tomando él la iniciativa.

Cuando me separó de mí, no lo hizo del todo, él seguía con sus manos alrededor de mi cuerpo y yo volvía a tener mi mano sobre su pecho. Supe que aunque ninguno de los dos lo reconociéramos ese momento, fue el comienzo de una historia fuera de la obra. Había sido la última en darme cuenta de que para Nick ya no era sólo una amiga, en él había nacido un sentimiento distinto a la amistad. En ese momento sentí un escalofrío, no era miedo, era respeto hacía las personas que nos rodeaban, padres y hermanos, a los que colocábamos en medio en el caso de que saliera mal. Pero nada me importaba en ese instante era más feliz de lo que nunca lo había sido y la cara de Nick tenía una enorme sonrisa dibujada, ya no estaba tenso como lo había estado antes de que César se fuera.
—¿Estás bien? —conseguí articular pasados unos segundos.
—Sí, muy bien. ¿Y tú?
—Sí

En ese momento, volví a la realidad y se pasó una idea por mi mente "¿y ahora qué?" De reojo miré el reloj de la mesita de noche, eran las siete de la tarde.
—¿Has visto la hora que es?
—No.

Se dio la vuelta y miró la hora. Saltamos los dos de un salto de la cama. Él comenzó a subir la persiana y yo me acerqué a apagar la vela. Abrí la ventana en un intento de olvidar lo que acababa de pasar y quizá pensando que al tener la ventana abierta no íbamos a repetirlo. Habíamos vuelto a la zona de amigos. Sin ser capaz de mirarme me dijo.
—¿Bajamos? —esperaba o más bien deseaba que mi respuesta fuera un si. Ambos necesitábamos un tiempo para asimilarlo.
—Sí

Él abrió la puerta y me dejó pasar, nuestras mirados se cruzaron unos segundos antes de que ambos desviáramos a mirada. En silencio bajamos las escaleras.


CONTINUARA...

26 diciembre 2017

Odiarte o quererte

Puedo puedo odiarte
o quererte,
pero si te conviertes 
en indiferente,
será la muerte.

25 diciembre 2017

Milagro en Navidad - Capítulo I

Este capítulo pertenece al relato "Milagro en Navidad", ambientado en la época navideña. Si quieres seguir leyendo más capítulos o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.



Érase una vez una familia que vivió durante la Guerra Civil, entre los años 1936 y 1939, cerca de Córdoba en un humilde pueblo agrícola y ganadero.

En una casa muy bonita vivía esta familia compuesta por la madre, morena, con un moño recogido atrás, con los ojos marrones y muy pequeños de tanto llorar, de estatura media y muy delgada debido a la escasez de la época, aún así era una mujer bellísima que se llamaba María. Tenía dos hijas, Irene e Isabel. Irene era tan guapa como su madre y rubia y con los ojos claros como su padre. Isabel era morena y tenía los ojos marrones, era alta y delgada. Tenía también un hijo, Luis, era rubio y con los ojos claro muy apuesto y agradable, pero esta pobre mujer estaba viuda a causa de que su marido murió cumpliendo su deber en los primeros días de la guerra. Su marido se llamaba César.

A principios de Diciembre esta familia recibió una carta del ejército que decía:

Su hijo Luis deberá incorporarse a filas, el día 5 de Enero de 1938 a no ser que la guerra acabara antes o estuviera a punto de finalizar, de ser así se lo comunicaríamos de esta misma forma que lo hacemos hoy.

Departamento Militar.



CONTINUARA...

23 diciembre 2017

Milagro en Navidad

En estas fechas navideñas, apetece leer cuentos con historias propias de la época, os dejo mi aportación navideña que escribí hace algunos años.




Sinopsis

Cuento de Navidad, creado para un concurso quedando ganador del primer premio de Cuento de Navidad, 1995.


Capítulos

1. Capítulo I
2. Capítulo II
3. Capítulo III

Navidad.

Que bonita época del año
para algunos y triste para otros.

El mundo queda dividido en dos:

Unos adornando el árbol
y otros cobijándose debajo de él.

Unos con miles de juguetes
y otros durmiendo en la calle.

Unos calentitos junto a la chimenea
y otros intentando sobrevivir al frío

Unos comiendo hasta reventar
mientras otros mueren de hambre.

Unos cenando en familia
y otros agonizando solos.

22 diciembre 2017

Destinados a encontrarse - 12. Y por fin llegó el gran día

Este capítulo pertenece a la novela corta "Destinados a encontrarse", que es un fanfic de Crepúsculo, aunque no es necesario haberlo leído para entender la historia. En el se encuentra la historia de Alice y Jasper. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.



Ya había perdido la cuenta de las veces que me había encontrado en una cafetería esperándote y en el último momento cambiabas de opinión y no aparecías. Pero esta vez tenía el presentimiento de que sería diferente. Todo parecía exactamente igual que en mi visión. Durante toda la mañana había hecho mucho sol, pero al llegar el mediodía comenzó a nublarse, justo a tiempo para poder salir de la pensión en la que me encontraba y llegar a la cafetería. Llevaba como media hora esperando, dándole vueltas a este absurdo café que siempre pido que nunca me bebo.

La camarera se volvió a acercar a mi. Y con una encantadora sonrisa me preguntó.

—Más café, cariño.
—No gracias —le respondí lo más cortésmente que puede—, Espero a un amigo.

Estoy muy nerviosa, ansiosa, desesperada. ¿Sería por fin hoy el día? Tenía que serlo, esa era la definitiva. La camarera me miraba como si esa situación la hubiese vivido muchas veces. Chicas desesperadas esperando a alguien que nunca aparecía. Me sonrió complaciente y esa sonrisa desencadenó una visión. En sus brazos sostenía una hermosa criatura.

—Tendrás a un hermoso bebé. — No pude evitar decírselo. Aunque sé que debería callarme estas cosas.
—Tanto se me nota —me preguntó sorprendida. No a todo el mundo le gusta saber futuro.
—No, no, es que tienes ese brillo —intenté en la medida de lo posible ocultar mi secreto.

—¡Eres tan dulce!

La camarera se dio la vuelta y se alejó. En ese preciso instante una moneda entraba en el tocadiscos y comenzaba a sonar la canción, nuestra canción. Sé que aún no era nuestra canción pero lo sería. Para mi ya lo era. La había oído cientos de veces en la última semana. ¡oh no! había llegado el momento. Me giré hacia la puerta, justo cuando comenzaba a abrirse. ¿Era él? Estaba tan nerviosa. Después de tantos meses esperándole por fin había llegado el momento. Jasper entró sacudiéndose el pelo mojado por la lluvia, pero no reparó en mi. Caminaba lentamente hacia una mesa, no pude evitar mirarle embelesada, giré mi taburete para poder mirarle por el otro lado. Se quitó la chaqueta, y la colocó en respaldo de la silla y se sentó en ella. Cogió la carta y procedió a mirarla. Sabía lo que tenía que decir, lo había estudiado durante muchísimos meses y sabía cómo tenía que transcurrir la conversación, estaba en mi mente. Eso me relajó saber que todo iba a salir bien.

Despacio me acerqué hasta su mesa descorrí la silla situada enfrente y me senté. Jasper levantó la vista y me miró sorprendido.

—Te estuve esperando por largo tiempo —le dije. ¿Demasiado lanzada?
—Lo siento señorita. No sabía que debía estar aquí. — su voz era risueña y un ligero toque burlesco. Me estrechó la mano. —Eres como yo, tú no eres...
—¿De donde eres tú? —le interrumpí.
—... humana? —acabó su frase.
—Tampoco
—¿Disculpa, te conozco de alguna parte? —me preguntó algo intrigado con mi presencia allí.
—No, pero creo que yo te he visto. — su cara de extrañeza iba en aumento.

Mire por la ventana y recordé la tormenta.. Sabía que los pocos segundos empezarían...

—Tenemos los mejores asientos para ver los fuegos artificiales.

Él se giró para mirar. Al instante comenzaron los relámpagos...

—Fuegos artificiales, ¿fuiste tu?
—No es mi tipo de poder. Pero si me crees así de poderosa empezamos bien.
Normalmente no soy tan descarada pero sabía perfectamente lo que tenía que decir llevaba meses ensayándolo.
—Me llamo Alice por cierto —Abrió la boca para decir su nombre pero me adelanté— Jasper. Lo sé. Soy buena con los nombres. Como nuestra camarera es Betty.

Betty apareció por detrás pero claro yo ya lo sabía.

—¿No te gusta mucho el café, cierto? Lo dejaste en el mostrador.

Dejó el café sobre la mesa y volvió a desaparecer.

—Lo tenía escrito —me respondió señalándose el pecho.
—Soy buena leyendo, también.
—No juegues conmigo.
—¿Lo estoy?
—El rayo, mi nombre.

Pretendía impresionarle pero igual parecía que estaba un poco loca y obsesionada con él. Tenía que bajar la intensidad y dejarle hablar aunque supiera todas las respuestas.
—Lo siento estoy un poco nerviosa. Tú me pones así.
—No es mi intención señorita —¿eso era una disculpa? Cuando mi intención era hacerle un cumplido. Espera, ¿si lo dice por su poder? Claro seré tonta.

Distraída por la conversación no me había dado cuenta que le estaba echando demasiada azúcar al café.

—Le pones mucha azúcar.
—Me hace sentir humana —Seguía respondiendo demasiado deprisa. Tenía que tranquilizarme. Pensé en dejarle hablar a él durante un rato.
—Entonces, cuéntame algo de ti Jasper. ¿Cuál es tu color favorito? ¿Quién fue tu primer beso? ¿Qué tipo de música te gusta? —ya lo había vuelto a hacer. ¡Alice para un poco! Me gritaba a mí misma. —Si quieres sólo responde a una.
—Me gusta el azul —dijo algo extrañado.
—A mi también. Es decir, me gustan todos los colores. Pero el azul es uno de los buenos —Comenzaba sentirme idiota.
—Tu turno. Pregúntame algo.
—¿Qué te trajo a Filadelfia?
—Conocerte a ti.

Su cara una mezcla de estupefacción y de halago en partes iguales.

—Mi turno la misma pregunta. ¿Qué haces en Filadelfia?
—No estoy seguro. Creo que me he sentido perdido últimamente.
—Bueno. Me alegro de que te encuentres aquí.

Jasper me miró fijamente como intentando entender que me traía entre manos.

—¿Quién eres tú?
—Soy algo intuitiva. Te asombraría con una lectura de manos.
—Veremos —me dijo sacando una moneda del bolsillo de su camisa, colocando la moneda de cinco centavos encima de la mesa y acercándome su mano. Al estirar su brazo pude ver unas antiguas heridas de guerra.
—Tienes unas manos muy bonitas —le dije mientras le acariciaba la palma de la mano con la yema de mis dedos.
—¿Hay algo? —me miraba sabiendo que le volvía a tomar el pelo.
—Veo...
—¿Les traigo algo para comer? —apareció de repente la camarera y Jasper retiró su mano de inmediato.
—No gracias —respondió Jasper. Y en cuanto se retiró añadió. —Está lleno de comida aquí—. Había olvido por un instante sus hábitos alimentarios. Algo que tendría que cambiar en el futuro.
—Si, bueno soy vegetariana. Así que no hay mucho para mí aquí, en la cafetería.
—¿Vegetariana, tú? —me miró con extrañeza.
—Nosotros sólo nos alimentamos de animales.
—¿Nosotros?
—Mi familia y yo. Bueno mi futura familia.
—Eres más que algo intuitiva.
—No es que vea al futuro o algo así. Sino más bien atisbos de posibilidades.

Se quedó pensativo durante un rato. Seguro que piensa que soy un bicho raro y no quiere volver a verme.

—¿Es lo que soy? ¿Una posibilidad? —Pero que locura dice. Aunque de verdad creo que lo pensaba.
—No, me decidí por ti hace mucho tiempo — su cara cambió y una sonrisa apareció su cara.
—Entonces, ¿qué pasa luego Alice?
—Creo que depende de ti

En la mesa de al lado, a la camarera, se le cayó un plato al suelo. Al ir a recogerlo, se cortó y empiezo a sangrar, Jasper salió disparado hacia ella. El ruido del plato al romperse en el suelo me sacó de mi visión. En cuestión de segundos, sabía lo que ocurriría. Tenía que pensar algo rápidamente.

—Bueno ambos podemos ser vegetarianos por ejemplo..
Así que le agarré de la camiseta y lo arrastre hacía mi. Y nos fundimos en un apasionado beso. Jasper me miró sorprendido y emocionado y pasados unos segundos le pregunté.
—¿Cómo te sientes?
—Siento algo que no experimentaba hace mucho tiempo —su voz se había convertido en un ligero susurro.
—Cuéntame —le pregunté intrigada.
—Esperanza.
Me separé de él pero le mantuve la mirada.
—Tu café se está enfriando —me dijo.
—Así es.

Se levantó de su asiento y me ofreció la mano. La cogí y me levanté, le acompañe hasta la puerta, abrió el paraguas y me ofreció su brazo.

—Bien y ahora ¿dónde nos dirigimos?
—Podría ser una larga caminata.
—Me encantaría señorita.


CONTINUARA...

20 diciembre 2017

Solo si es contigo - 12. ¡Estáis locos!

Este capítulo pertenece a la novela corta "Solo si es contigo", es un bonita de historia de amor surgida entre bambalinas. Si no has leído los capítulos anteriores, si quieres seguir leyendo más o si prefieres leerla en wattpad sigue los enlaces.


Quedaban tres semanas antes del estreno de obra. Y una vez suprimidas las escenitas comprometidas, no hubo ningún problema más hasta la última semana. El viernes era el estreno y el profe se empezó a inquietar. Cada día subía a preguntar como las llevábamos y todos los días, le dábamos largas. Las clases se acabaron el miércoles y el jueves por la mañana era el ensayo general, el profe dijo que íbamos a hacer la obra sin cortes y entera. Claro que eso no nos incluía a Nick y a mí, porque no le hicimos ni el más mínimo caso. Cuando la obra se acabó, nos llamó a Nick y a mí y sorprendentemente también a César, para que lo querría.
—César, hazme un favor, tienes que hacer que ensayen las escenas antes de la obra —le dijo Ángel —Chicos, mañana tenéis que hacerlo, la emoción de la obra dependen de esas escenas, no las podéis cortar.
—No te preocupes, estos dos no se acuestan hasta que no se besen —le soltó César, solo de oírlo se me pusieron los nervios en el estomago.

Ya nos había caído bastante, César de ayudante, antes de despedirnos de Nick le recalcó que a las tres quería verlo en casa. Y sabéis que es lo peor de todo que sin quererlo habíamos conseguido que la gente estuviera más pendiente de las escenas. Había hasta apuestas de sí lo haríamos o no. Y ya no solo en el instituto sino también en casa. Cada vez que llegábamos, le preguntaban a César si ya lo habíamos hecho. Pero que interés tenían todos.

A las tres menos cinco, ya estaba César protestando por que Nick no llegaba. Me estaba poniendo de los nervios. Cuando llegó nos subió a mi habitación. No sé cuál de los tres estaba más nervioso, pero en esa situación ningún de los dos era capaz de besar al otro y más sabiendo que César estaba mirándonos fijamente. Cuando Nick se decidía, yo miraba para otro lado. Y cuando me decidía yo, Nick no se atrevía. Conforme pasaba más la tarde César se iba poniendo más nervioso y con él a nosotros. Al final, nos soltó.
—Vamos ya, no podemos estar toda la tarde con esto, sois unos idiotas, vamos por favor que solo es un beso. Estáis haciendo una montaña de un grano de arena. Haced el favor de poneos de acuerdo ya.

Pues ya nos dijo bastante, Nick y yo nos miramos y le dijimos a unísono.
—Vete.

Le dejamos fuera de juego, no se lo esperaba. Incluso le acompañamos a la puerta, y la cerramos después, ante de salir, sus últimas palabras fueron "estáis locos".


CONTINUARA...

16 diciembre 2017

La vida.

El largo camino de la vida
se hace corto a tu lado.

El duro camino de la vida
se hace suave a tu compañía.

El amargo camino de la vida
se hace dulce con tu besos.

Como sería mi vida
sin tenerte a mi lado.

Como sería mi vida
sin tener tu compañía.

Como sería mi vida
sin tener tus dulces labios.